- La situación de indiferencia previa de parte del Gobierno, quien no dio curso a ninguno de los reclamos que estas familias realizaron: formando cooperativas, reclamando planes de vivienda en el IVC, denunciando las condiciones pésimas en las que vivían, etc.
- La actitud de enjuiciamiento hacia los inquilinos de parte de las autoridades: diciendo que portaban armas, drogas, que estaban usurpando, etc... La consabida estrategia de culpabilizar y "ensuciar" a la víctima, para ganar la legitimidad de la opinión pública.
- La tergiversación de la verdad por parte de los medios masivos y "oficiales", contando historias que no tienen apoyo en la verdad y negando las verdades históricas: la exclusión "eterna" de estas familias, los negociados inmobiliarios de Macri y los suyos, la complicidad de funcionarios y jueces con las multinacionales "caza - hoteles".
Una vez más, los pobres son los que pierden. El Gobierno de la Ciudad consuma otra aberración: expulsar a la calle a familias humildes, que ahora deben hacer malabarismos para mandar sus niños a la escuela, para conservar sus empleos (si es que los tenían), para seguir "sobreviviendo" en esta ciudad, que brinda las verdaderas oportunidades para unos pocos.
En Paseo Colón al 1500, el gobierno de Macri ha vuelto a mostrar cuál es la única política que tiene clara: la política de deshacerse de los más pobres. No permaneceremos quietos ante estas injusticias. El Dios de la Vida reclama nuestro compromiso.
Nuestra absoluta solidaridad con cada una de estas familias y con las organizaciones que las han acompañado tan valientemente.
Comisión de JPIC Constitución
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